El Emperador Carlos V
Infancia y coronación
Carlos I de España y V de Alemania, hijo de Felipe de Augsburgo llamado el Hermoso y de Juana de Castilla, nieto de los Reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón y del Emperador Maximilano I y de Maríade Borgoña y padre del rey Felipe II. Nació el 24 de febrero de 1500 en Gante y quiso morir en el Monaserio de Yuste, en la Comarca de La Vera el 21 de septiembre de 1558 . Muerto su padre en 1506 y ante la imposibilidad de gobernar de su madre, recluida en Tordesillas, Carlos I es confirmado legítimo heredero de la corona española a la edad de siete años, aunque no será aclamado como tal hasta diez años después, tras la muerte de su abuelo Fernando el Católico en 1516. Así en septiembre de 1517 arriba al puerto de Villaviciosa, en Asturias, para tomar posesión del reino de España con el permiso de su madre Juana de Castilla. Sus primeros años como rey se definieron por la grave convulsión interna que provocaba el rechazo de la nobleza castellana hacia el séquito extranjero del futuro Emperador. Este rechazo se tradujo en las dos grandes revueltas que Carlos I tuvo que sofocar: los comuneros de Castilla y las Germanías de Valencia. En 1519 al morir Maximiliano I queda vacante la corona imperial por la que luchará sobre todo en contra de los deseos de Francisco I, rey de Francia. Finalmente será proclamado emperador en 1520 en Aquisgrán, en el mismo lugar que vería en el 800 la coronación de Carlomagno.
El Emperador adulto
En 1521 el Emperador abre las sesiones de la dieta de Worms donde Lutero expondrá sus tesis y después será desterrado. En 1522 regresa a España y al poco tiempo Adriano de Utrecht, su mentor de la infancia, es nombrado papa con el nombre de Adriano VI. Aquí se abre la etapa de las guerras con Francia que culminarían, en una primera etapa con la detención y el traslado a Madrid de Francisco I en 1525, cuando el rey de Francia promete devolver la Borgoña y el Milanesado a la corona de los Augsburgo, promesa que posteriormente incumple reanudándose el conflicto en 1526. Ayudado el rey de Francia por Venecia, Florencia, y el papa Clemente VII, los momentos más dramáticos de esta guerra se producen con el famoso Saco de Roma, en 1527, cuando el Papa es hecho prisionero por el Emperador, aunque rápidamente liberado tras ceder algunas posiciones italianas. Más tarde, después del asedio de Nápoles se firma la paz en 1529. Aunque se reanudan poco después las hostilidades al ser tomada Saboya por los franceses. Los ejércitos del Emperador llegan hasta las puertas de París y Francisco I debe rendirse ante la abrumadora superioridad militar de Carlos. A partir de este momento el emperador centrará sus fuerzas en combatir el luteranismo creciente en tierras germánicas, en buscar la unidad católica mediante la celebración de un Concilio y en mantener a los turcos alejados en el mediterráneo.El Retiro Imperial
Las luchas contra los principes luteranos en Europa se enquistan, siendo tristemente famosa la represión de Gante dirigida por el propio Emperador. Carlos I está decidido a mantener la unidad de Europa por la fuerza en contra de los deseos de la nobleza protestante que se había reunido en la liga de Esmalkalda contra él. Esta nobleza se une, además, con EnriqueI I, hijo y sucesor de Francisco I. El Emperador es finalmente derrotado en Innsbruck donde está a punto de ser capturado y ha de huir por los Alpes, mientras las tropas francesas toman Metz, Toul y Verdún en1552. Estos acontecimientos y el posterior sitio, fracasado, de Metz llevan a la paz religiosa de Augsburgo donde tiene fin la unidad religiosa de Europa. Un año después, en 1556, el César Carlos abandonará los Países Bajos, y embarca desde Gante hacia Laredo donde llegará el 28 de septiembre. El Emperador y su séquito recorrerá Castilla y llegará al puerto de Tornavacas el 13 de noviembre de1556 -el último puerto que cruzará ensu vida, según él-, desde allí será transportado en una silla hasta Jarandilla donde se alojará en el Palacio de los Condes de Oropesa esperando a que finalicen las obras en Yuste.
El 3 de febrero de 1557 Carlos llegará con séquito de apenas 50 personas al Monasterio de Yuste. Allí entretendrá sus últimos días pescando, con sus relojes, y, sobre todo preparándose cristianamente para su muerte acaecida el 21 de septiembre de 1558.