Cultivo
La mayor parte de los productores hacen sus propios semilleros. La siembra se inicia a finales de febrero, para transplantes precoces, y deben finalizar a primeros de abril. Las labores previas al cultivo son: pase de alzada y uno o más pases de cultivador o grada, para airear y mullir el suelo, facilitar la percolación del agua de riego y permitir un mejor desarrollo del sistema radicular de la planta. Posteriormente se hacen caballones donde se ubican las plantas procedentes de los semilleros. El trasplante se hace, entre el 15 de mayo y el 10 de junio, manualmente o mediante trasplantadora mecánica. El marco de plantación más utilizado es de 0,20 m. entre plantas por 0,90 m. entre líneas, dando una densidad de plantación de unas 40.000 plantas/ha. Últimamente se tiende a planta con cepellón, (semillero en bandeja flotante), puesto a punto para el tabaco y adaptado para la producción de plantel de pimiento.
El riego tradicional, mediante surcos y canillas, está siendo sustituido por el riego por aspersión y localizado, permitiendo un uso más eficaz del agua disponible y, en el caso del riego por goteo, posibilitando la fertilización a través del agua.
Cuando el grado de maduración del fruto es el más adecuado, para conseguir un perfecto secado y coloración, se recolecta el fruto, de mediados de septiembre a finales de octubre, realizándose manualmente, al no existir cosechadoras que proporcionen buenos resultados. En los últimos años suele realizarse una sola recogida, por el incremento del coste de mano de obra y por la tendencia a la maduración agrupada de las variedades utilizadas. En algunos casos se siguen realizando dos recogidas, la primera entre el 60% y el 70% del total y el resto a los 15 o 20 días.